22 mar 2017

TIEMPOS DE HAMBRUNA ELECTORAL

@BarbaraCabrera

“El futuro no está escrito, porque sólo el pueblo puede escribirlo”
Adolfo Suárez

Érase un país muy, muy, muy lejano cuyo parecido con #MéxicoLindoyHerido créanme, no es mera coincidencia.
Sepan ustedes que esa innombrable nación ha vivido, vive y vivirá una época que se antoja de un voraz apetito plebiscitario, traducido como de hambruna electoral.
En tiempos de hambruna electoral: las descalificaciones se hacen presentes.
En tiempos de hambruna electoral: las acusaciones de unos hacia los otros están a la orden del día.
En tiempos de hambruna electoral: los acarreos, son la constante.
En tiempos de hambruna electoral: la compra de votos, se va gestando.
En tiempos de hambruna electoral: se alistan los grupos de choque para reventar eventos de los disidentes, o de aquellos que el Sistema considere sus enemigos.
En tiempos de hambruna electoral: los políticos de siempre corren, corren, corren tras el hueso.
En tiempos de hambruna electoral: pululan las candidaturas independientes junto y muy cerca del ocaso de los partidos que sobreviven con respirador artificial y costales de dinero ciudadano.
En tiempos de hambruna electoral: los partidos políticos se aferran a sus prerrogativas.
En tiempos de hambruna electoral: estamos ante el bombardeo de noticias falsas.
En tiempos de hambruna electoral: algunos venden caros sus “quereres” para hacer alianzas y seguir pegados a la ubre del poder.
En tiempos de hambruna electoral: los políticos besan niños, abrazan al electorado, se toman selfies con sus fans y acarician perros. Y saludan corto-corto largo-largo, cual reinas de belleza en pasarela.
En tiempos de hambruna electoral: seguramente agarrarán a “peces gordos” para calmar las aguas ¿será que caiga tras las rejas Javidú? si es así, de paso que regrese lo que se robo.
En tiempos de hambruna electoral: seremos bombardeados con tweets y post promocionados que intenten vender a políticos de cara y manos limpias, portadores de un halo de inmaculados y bienhechores.
En tiempos de hambruna electoral: los políticos compran followers, y a los bots, no les faltará chamba.
En tiempos de hambruna electoral: sacarán raja política de donde y como puedan, llevando agua a su molino y con ello, votos a su favor.
Y entonces… nosotros, los ciudadanos ¿qué podemos hacer ante esa descomunal y hambrienta clase política?
  • Despójense de fanatismos.
  •  Requerimos de una ciudadanía atenta, proactiva.
  • Ineludible ser observantes, exigentes. Actuar en consecuencia.
  • Hacer uso intensivo de las redes, para estar atentos y organizarnos.
  • Dar marcaje personal a todos aquellos situados en la palestra pública, a esos que mantenemos con nuestros impuestos.
  • Leer más, contrastar, generar nuestra propia opinión.
  • No vender el voto al mejor postor: las despensas, los monederos y los souvenirs electorales, son efímeros. La dignidad no tiene clase social.
  • Llevar a las plazas públicas la resonancia del llamado, para rescatar lo que nos queda de país.
  • Evaluemos antecedentes, perfiles e intenciones de quienes suspiran por un hueso.

En tiempos de hambruna electoral: luchemos para extinguir a los dinosaurios, así como a las alimañas políticas que se alimentan de estos.
Hagámoslo posible y pugnemos por llevar, a la realidad la máxima de que ¡nosotros, los ciudadanos, mandamos!
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!